Alan de Val, la bodega que tanto nos costó encontrar…
Alan de Val finalmente fue la bodega elegida que con tanto interés buscábamos en Valdeorras… Y es que, como distribuidores de vino, una de las responsabilidades más importantes que tenemos, es la de buscar (y encontrar), bodegas que nos den confianza, que elaboren vinos de calidad, que lo hagan a unos precios justos y equilibrados y que no tengan ya distribuidores o representantes en nuestra zona. Alan de Val, reúne a la perfección los criterios que buscábamos.
Este reto al que nos enfrentamos con cierta frecuencia, se nos dificultó algo más de lo habitual, cuando hace unos meses nos vimos en la necesidad de incorporar a nuestro catálogo de vinos, una bodega de la D.O. Valdeorras.
Después de contactar con un buen número de bodegas, no terminábamos de encontrar ninguna que reuniera todas las características que buscábamos.
Finalmente, dimos con la tecla cuando contactamos con Joaquín Sánchez, fundador junto con sus hermanos Manuel y Jose Luis, de Bodegas Alan de Val.
¿Por qué fue Alan de Val la bodega escogida?
Bien, podríamos resumir mucho la respuesta simplemente afirmando que es una bodega que reúne las características que hemos citado al principio de este artículo (bodegas que nos den confianza, que elaboren vinos de calidad, que lo hagan a unos precios justos y equilibrados y que no tengan ya distribuidores o representantes en nuestra zona).
Efectivamente, estas condiciones las cumple la bodega sobradamente, pero es que además, desde la primera conversación con Joaquín, tuvimos claro que detrás de este proyecto, había personas de gran calidad humana, con ganas de apostar por nosotros y de llevar a cabo actividades que nos ayuden a posicionar Bodegas Alan de Val en la hostelería de Madrid.
Alan de Val presenta sus vinos en De Blanco a Tinto
Precisamente, una de esas actividades, consistió en organizar una presentación de bodega en la tienda De Blanco a Tinto. El acto tuvo una acogida tremenda desde el mismo momento en el que notificamos la fecha y hora en que tendría lugar. En un término futbolístico, podríamos decir que hubo lleno hasta la bandera…
Gran comunicador, persona amable y cercana, Joaquín empezó la presentación hablando de los orígenes de bodega Alan de Val y de lo mucho que han cambiado las cosas tanto para la propia bodega, como para la D.O. Valdeorras, gracias sobre todo, al “boom” que hay actualmente de la variedad Godello. Como el mismo comentaba, hace 25 años, cuando venía a Madrid a intentar encontrar clientes que confiaran en sus vinos, la mayoría de las veces se encontraba no sólo con una negativa, sino incluso un desprecio hacia una Godello, muy desconocida por aquella época.
Hoy en día, la Godello está presente en infinidad de bares, restaurantes y tiendas especializadas.
Vinos catados en la presentación de Alan de Val:
Alan de Val, Godello 2022. A pesar de ser un vino con apenas dos meses de botella, nos sorprendió gratamente la redondez y el equilibrio que muestra tanto en nariz como en boca. Notas muy agradables de fruta de hueso, cítricos y un toque mineral tan característico de la Godello.
Pedrazais, Godello 2021. El hermano mayor del anterior. Se elabora con Godello proveniente de su parcela más especial y pedregosa, de ahí su nombre. Estamos ante un vino de elaboración más compleja, ya que se cría durante 3 meses en contacto con sus propias lías. Menos exuberante en nariz, aunque las notas minerales están aun más presentes. En boca se super fino y delicado. Muy gastronómico y de final tremendamente largo.
Alan de Val Mencia, 2021: La Mencia joven de Alan de Val, es un vino fácil de beber, ligero y de capa baja. Poco nos recuerda a otras Mencia más y potentes y estructuradas que nos vienen a la cabeza y que son muy frecuentes en la vecina zona del Bierzo.
Castes Nobres, 2019: Nos atreveríamos a decir, que este coupage de Brancellao, Caiño y Sousón, fue el ganador de la noche. Un vino realmente sorprendente. Con una nariz muy floral, delicada, pero muy expresiva. En boca, se da continuidad a lo que hemos encontrado en nariz, entrada fácil, acidez muy equilibrada, especialmente si recordamos que estamos catando un tinto gallego.
A Costiña, Brancellao 2018: Terminamos la cata con el vino preferido de Joaquín, el mono varietal de Brancellao. Con una producción de apenas 1.400 botellas y una crianza de 18 meses en barrica francesa. Estamos ante un vino de precio más elevado, pero que sin duda vale lo que cuesta. Con una potencia en boca bastante llamativa, se trata de un vino que va a encajar perfectamente bien con maridajes de carne, asados, legumbres o quesos curados. Un excelente final de cata.
Y así terminamos nuestra crónica de cómo conocimos a Joaquín y a su bodega Alan de Val y de cómo pasamos una tarde amena e interesantísima, escuchándole hablar de sus orígenes y de lo mucho que han cambiado los tiempos para la D.O. Valdeorras y para la variedad Godello.
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