La garnacha es una de las variedades tintas más plantadas del mundo. Cuando hablamos simplemente de garnacha normalmente nos referirnos a la garnacha común (tinta), aunque ésta tiene una serie de parientes que también cuentan con una gran difusión, destacando la garnacha blanca, la garnacha tintorera y la mucho menos común garnacha peluda.
La Garnacha es una de las uvas españolas más cultivadas en la viticultura del país. Se trata de una cepa vigorosa originaria de Aragón, que se expandió desde el siglo XII al XVII por países como Francia e Italia, donde hoy en día es también muy utilizada para la elaboración de vino de calidad.
En España la Garnacha llegó a producirse en aproximadamente 120.000 hectáreas. Sin embargo, dicha cantidad se redujo a finales del siglo XX a 70.000 hectáreas. Dos causas principalmente motivaron este descenso. Por un lado, con elaboraciones «mediocres», el vino procedente de este tipo de uva se caracterizaba por su rápida oxidación, llegando a asociar la garnacha a vinos de poca calidad. Por otro lado, coincidió con el “boom” de la Tempranillo en España, lo que provocó que muchos agricultores arrancaran cepas de Garnacha, para cultivar la Tempranillo.
Tras este declive, la Garnacha comenzó a recuperar poco a poco su prestigio por medio de una producción más selecta buscando ofrecer vinos equilibrados, afrutados y elegantes.
La garnacha sorprende por su versatilidad, juega al despiste con el catador hasta que su personalidad se apodera de los sentidos. Es una uva que pone en evidencia las particularidades de la tierra, la vinificación y la altitud. Su diversidad puede ser una debilidad, pero a la vez su mayor fortaleza ‘’es lo que la hace universal’’.
Generalizando, podemos decir que en cata es ligeramente picante, con un sabor suave en el paladar, y produce vinos con una graduación alcohólica relativamente alta, pero se necesita controlar los rendimientos de los viñedos para obtener los mejores resultados.
En la actualidad la garnacha está nuevamente en auge. Cuenta con una gran popularidad por la variedad de vinos a crear a partir de ella, su gran calidad y la fama de sus elaboradores. Concrétamente la garnacha madrileña está viviendo una época de esplendor, principalmente en la subzona de San Martín de Valdeiglesias, donde se están elaborando Garnachas de corte “afrancesado” por bodegas como Las Moradas de San Martín, Ausmesquet Garrido o el equipo de Comando G.
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